martes, 20 de mayo de 2014

ESTUDIO DE CALIDAD DE PASTELITOS EMPACADOS

Disfrutar de una vida dulce, sin los riesgos de un aporte calórico alto sí es posible.

México ocupa el primer lugar en la ingesta de pastelillos. Cada mexicano come al año un promedio de 19.9 kg de pastelitos. Por su alto contenido de calorías, el consumo de estos productos debe ser sólo ocasional y en cantidades moderadas, no un hábito, ni mucho menos el sustituto de una de las tres comidas. Esto debido, principalmente, a su alto contenido de azúcares.
Desde su aparición en el mercado mexicano, los pastelitos empaquetados se han ido ganando un lugar especial en nuestra dieta; ya sea como postres, refrigerios entre comidas o como complementos -o incluso sustitutos- del desayuno o la merienda.
Al tratarse de productos tan accesibles, solemos perder de vista que se trata de alimentos con una alta densidad calórica; es decir, con un alto aporte energético que, de no ser utilizado, se convertirá en grasa corporal, como las famosas “llantitas”.
Por definición, los pastelillos son un producto de panificación “que se somete a batido y horneado, preparado con harinas de cereales o leguminosas, azúcares, grasas o aceites, sal, adicionado o no de huevo y leche, crema batida, frutas u otros ingredientes opcionales y aditivos para alimentos”.
Pero, ¿qué cantidades de cada uno de estos ingredientes contiene un solo pastelito empacado? Es una pregunta de peso, pues estos productos son muy populares en nuestro país, sobre todo entre los niños.
Se analizaron 9 marcas de pastelitos empacados que se comercializan a nivel nacional. Los estudios se realizaron por porción de cada pastelito individual, aunque el paquete pudiera contener varias porciones. En todos los productos se evaluó:
Aporte nutrimental. Este tipo de productos es conocido por tener un aporte calórico alto, pero para saber qué clase de nutrientes están presentes en cada producto, se verificó el contenido de proteína, grasa, carbohidratos y sodio, además del aporte calórico. Los datos reportados se refieren al contenido nutrimental por pastelito.
Asimismo, se verificaron los tipos de azúcares y grasas presentes en los productos y, para tener mayor información sobre el valor nutricional de cada uno, se determinaron los contenidos de algunos minerales, a saber. hierro, cinc, magnesio y calcio.

Calidad sanitaria. Debido a que es de suma importancia que las muestras no presenten ningún riesgo para el consumidor, se revisó su calidad sanitaria y que estuvieran libres de microorganismos patógenos.
Pastelitos empacados
Información en la etiqueta. La etiqueta es una herramienta fundamental, pues te permite averiguar datos importantes sobre el producto que estás comprando; especialmente en aquellos dirigidos a niños. Por ello, se verificó que todas las muestras presentaran los datos obligatorios por norma: denominación del producto, lista de ingredientes, nombre y dirección del fabricante o comercializador, país de origen, número de lote, fecha de consumo preferente o caducidad y contenido neto del producto, así como que la información fuera veraz.
Precio. Para fines comparativos, en cada marca se incluye el costo por pastelito (refiere al costo promedio al adquirir el producto en el mercado).
Porción. En todos los casos fue un pastelito.

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